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Ante la coyuntura, son varias las empresas que han cerrado o que han transformado su modelo de negocio para sobrevivir estos tiempos, y por supuesto, las empresas de capacitación en seguridad industrial y respuesta a emergencias no son la excepción.

Ante la preocupación son varios los colegas y expertos alrededor de América Latina que han abierto la conversación sobre qué hacer y ¿Cómo mantenerse vigente en este negocio? Aquí le contamos el resultado de estos debates.

Clave 1: Aprendizaje mixto o blended

El debate sobre qué podemos virtualizar y que no, ha dejado lecciones importantes en nuestros negocios. Para muchos, los protocolos de confinamiento dificultan el acceso a escuelas de entrenamiento y hemos encontrado salida en la educación virtual. Es cierto que esta ha facilitado el aprendizaje remoto, pero la frustración se presenta cuando nuestros clientes requieren desarrollar habilidades presenciales en su formación: sensaciones térmicas y de altura, peso de los equipos, efectos del clima, uso de los trajes de protección personal, entre otros… Algo difícil de virtualizar.

Hemos probado diferentes soluciones: formación intermitente presencial con protocolos de distanciamiento que reducen el número de personas por curso; cursos virtuales tradicionales, que en algunas ocasiones, se realizan en paralelo con las horas de trabajo de los estudiantes. Inclusive, nuestros mismos clientes han desarrollado estrategias de formación interna donde utilizan sus propias instalaciones y empleados para replicar el conocimiento.

Las modalidades de aprendizaje mixtas o blended han estado presentes desde hace varios años, pero su masificación no ha sido tan precipitada como se pensaría. Esta combinación de virtualidad y presencialidad, busca traer a la mesa un balance que permita afrontar nuestra realidad, aprovechando las ventajas de las tecnologías inmersivas y los indiscutibles beneficios de la formación en escuelas. Sin embargo, el aprendizaje blended tiene todavía oportunidades para aplicarse como un servicio integral y no como silos de horas teóricas virtuales y horas en campo, combinación que en algunos casos genera más brechas en el aprendizaje.

Existen diversas causas para que los modelos blended tengan estas dificultades, entre ellas nuestro entendimiento y asimilación de las tecnologías inmersivas como herramientas reales de aprendizaje. Realidad virtual, aumentada, mixta, producción virtual, interacción con sensores, etc, ya son conocidas por nuestros negocios pero aún existe un camino en desarrollo para que sean incorporadas de manera masiva. Por otro lado, la falta de integración es una apertura a la informalidad, la ausencia de certificación y, en definitiva, al incumplimiento de nuestra misión como formadores en emergencias y seguridad industrial.

Es cierto que el acceso definitivo a los centros de entrenamiento podrá facilitarse en el futuro cercano, y que en algunos casos, ya se encuentra en proceso de activación, pero el aprendizaje de este año nos muestra que la integración virtual y presencial de capacitación nos puede acompañar de ahora en adelante.

El desafío es precisamente seguir transformando nuestros modelos de negocio y desarrollar una red de conexión empresarial que permita hacer un frente común a las implicaciones de modelos de aprendizaje segregados, porque cada día nuestros clientes exigen programas más integrados, a menor costo y con la posibilidad de llegar a más personas. Combinaciones de formación virtual+escuela de formación, virtual+In-Company, virtual+coaching, In-Company-virtual, son solo algunos ejemplos de las alternativas blended que hemos explorado tímidamente, pero que cada día se convierten en una transformación necesaria y a escala para nuestros negocios.

Clave 2: La inmersión virtual como ingrediente diferenciador

Inmersión entendida como la capacidad de sumergirse en una situación, hemos conocido este término como la experiencia donde asistimos a formaciones en escuelas de entrenamiento guiadas por el Staff de instructores y con la asistencia de escenarios, equipos y otros recursos. Estas capacitaciones son inolvidables y todos las disfrutamos más allá del aprendizaje de conocimientos técnicos, especialmente por el intercambio social cara a cara y la experiencia de desplazarnos a otro lugar.

No obstante, y debido al contexto actual, la inmersión virtual es una historia diferente, y tal vez la falta de este ingrediente es una de las principales causas para sentirnos fatigados de los cursos virtuales en la actualidad. No solamente se trata de adquirir herramientas tecnológicas de última generación sino de lograr una integración entre instructores, software, hardware, logística, alumnos y el modelo de negocio presencial.

Para hacer de la inmersión virtual un elemento diferenciador, no solo es importante conocer el alcance de las herramientas digitales a nuestra disposición sino también de formar a nuestros instructores en cómo interactuar con un público remoto y como integrarse con un equipo de apoyo (asistentes académicos, programadores). Hoy en día esto es posible si entendemos que todavía tenemos muchas experiencias digitales por explorar y aplicar a nuestra formación en seguridad industrial y respuesta a emergencias, y que la capacitación virtual va más allá de las experiencias que hemos vivido en el último año. Aquí dejamos un panorama de modalidades de aprendizaje en el contexto internacional, muchas de ellas con un alto componente inmersivo.

Fuente: www.globallearninglandscape.org

Es fundamental entonces que nuestros portafolios reflejen el entendimiento de la virtualidad para el aprendizaje, de manera que se juegue con la tecnología a nuestro favor para empezar a generar la diferencia. Si quieres conocer más sobre estas y otras temáticas que te permiten mantener tu negocio a flote no dejes de inscribirte a nuestro curso “Gerencia el negocio de la capacitación en seguridad industrial y respuesta a emergencias” dado por SACS ACADEMY. Allí  conocerás herramientas prácticas para crear, mantener e innovar en este negocio junto a una red de contactos y expertos en América Latina.